Mascarones de proa

Hola amig@s:
Paseando por Horcón este verano, conocí un restaurante que está hace poco tiempo instalado en esa caleta, el restaurante-museo horcón, perteneciente a los mismos dueños del mítico J. Cruz de Valparaíso (y sus conocidísimas chorrillanas).



Allí se despliegan piezas de la amplia colección del dueño, de mayor tamaño, entre las que destaco estas hermosas y misteriosas damas, de las cuales me llamó la atención que cada una tiene su nombre...



Para mi, son figuras que encierran un pasado, un misterio, que nos hacen soñar en tiempos duros e insondables, en los cuales los hombres se arrojaban al mar, buscando su destino, en un viaje muchas veces sin retorno.



¿De donde procederán estas piezas? ¿vendrán todas de la proa de un barco? ¿ o quizás tan solo del taller de un hábil artesano?



Poco importa...con o sin conocimiento de la sal, estas figuras siguen representando lo mismo, y ya son parte del imaginario poético nacional, que les instituyó nuestro Nóbel Pablo Neruda, el cual se le recuerda en el siguiente mascaron:



Finalmente les presento esta dama, la cual no tiene nombre, que obtuve por un canje hace algunos años, la que cuelga en el living de mi casa. Estaba tan deteriorada, que le pinté nuevamente la cara, los labios y los ojos...quedó así, y te invito ahora a que sugieras un nombre para ella...



Si! ponle nombre a mi mascaron! Te invito a jugar...y a fundamentar...
te saluda y espero tus comentarios...
Sebastian Garretón